ASÍ ES COMO LLEGAN LOS HOMBRES
Otra de las actividades laborales importantes
en nuestro legendario y tradicional distrito de Lurín, junto con la pesca era
indudablemente la agricultura. En el valle existían diversas y extensas
haciendas, grandes chacras, potreros y campos de cultivo, en los cuales la
gente laboraba en jornadas diarias para el cultivo de una variedad de
productos, entre los más importantes, el algodón, la cebolla, papa, camote,
zapallo, yuca y otras especies que después de la cosecha iban destinadas a los
grandes mercados de la capital para el consumo de la población…
Don Matías, era uno de los
tantos agricultores. De mediana estatura y recia estampa a pesar de su
contextura delgada. tenía una lesión en la espalda (Espina dorsal) que hacía que
caminara siempre algo inclinado, lo cual no era óbice para poseer prestancia,en
su expresión y dueño de una vasta cultura aprendida en la Escuela de la vida y
en el diario trajinar, desde muy pequeño siempre acostumbraba a escuchar con
atención las conversaciones de los ancianos llenos de sabiduría que con mucha
acuciosidad asimiló con el paso de los años y que lo habían vuelto una persona
a la par de alegre e impredecible, reflexivo y con respuestas precisas y profundas repletas de sabiduría, la
chispa contagiante y una amplia sonrisa siempre a flor de labios que lo
acompañaban, constituían el sello inconfundible de su buen ánimo, una persona
positiva a pesar de las adversidades ….. Era muy común verlo retornar a casa después
de las seis de la tarde, silbando o tarareando los boleros antiguos luego de
cumplir la faena diaria, varón reconocido y respetado sumamente hábil con el
pico y la lampa, capazote con el arado y también con la labia para la joda y el
cachondeo….
Alguna vez uno de sus escuchas durante una conversación casual uno de sus
opyentes le había preguntado: Don Matías dígame para usted que es un amigo?...
el luego de pasarse la mano por la barba algo crecida y sacándose el sombrero
para rascarse la cabeza con el dedo anular como siempre lo hacía, (dándose un
tiempo antes de emitir su respuesta) le dijo:….- “Mira sobrino, Amigo lo que se
dice Amigo, es uno mismo, con diferente
pellejo”….
Los días sábado la jornada era
hasta el mediodía, luego pasaban a recibir su jornal y tenían libre por la tarde
y el domingo…algunos aprovechaban para reunirse en alguna cantina o “chingana”
para conversar un poco y distenderse luego de la ardua tarea de la semana…. Un sábado de tantos contó con la presencia de
don Matías, quien había estado de cumpleaños en la semana y no había podido
celebrar por haber “caído” en día particular, así que aprovechó con sus amigos más
cercanos y algunos compañeros de labor para tomarse unas copitas y conmemorar
la fecha tan importante: “Además es un
solo día en el año, y al Santo hay que celebrarlo, no se puede dejar pasar por
alto…si no, Dios castiga”……
Empezó la tertulia contando
anécdotas y una que otra ocurrencia dentro de las actividades agrícolas de la
semana, de tal manera que casi sin darse cuenta fue pasando el tiempo y se hizo
de noche…. Uno a uno los parroquianos se fueron retirando, sin embargo don Matías
seguía adelante para el no había tope y estaba entusiasmado, además era su
santo…. Y fueron llegando uno que otro conocido y se acercaban a su mesa para
saludarlo y tomarse unos tragos y luego se retiraban del lugar, el seguía adelante
demostrando tener clase y aguante para beber….. Hasta que la señora que atendía
le dijo: Don Matías ya está bueno, además voy a cerrar…. Me parece que usted ha
tomado bastante, creo que es prudente que se vaya a descansar…. A lo cual
contestó: Doña le agradezco que se preocupe por mí, pero yo sé hasta cuando
puedo tomar, soy de Lurín y he sido amamantado con leche de los pechos de mi
madre y no con leche de tarro ni de vaca
raquítica, así que sírvame las dos últimas que son las del estribo….
-Don Matías creo que ya esta
bueno por hoy, si desea mañana lo sigo atendiendo, ahora tengo que irme a descansar y usted también.
- Solo los muertos descansan
en la tumba fría! a mi me queda plata y fuerza para tomar un par todavía!…ya ve
y me salió en verso, usted sabe yo no tomo así nomás, pero… ¡ cuando se toma,
se toma! Se toma bien y no a media caña…..(En el argot o jerga del pueblo media caña significa dejar algo
inconcluso, a medio terminar y para él era sinónimo de incompetencia y
mediocridad) - -¡Además mañana mi patrona ni me va hablar!…..
Después de una breve charla
interrumpida a cada momento por la dueña del local, no tuvo más remedio que
emprender la retirada, siempre respetuoso y aun en la borrachera guardando la
educación que le habían dado en el hogar, se despidió muy cortésmente, aunque
su caballerosidad y buenos modales no guardaban precisa armonía con sus torpes
movimientos, así que cuando se puso de pie
casi derriba las botellas vacías
y una caja que estaba al costado de la mesa.
-Disculpe señora pero no sé
por qué le han echado tanto aceite o manteca de chancho al piso que se me mueve
todito….- ¡Ya! ¡Ya! me retiro… muchas gracias, hasta mañana.
Salió tambaleante y la señora
cerró el local. Luego ya en la calle, levantando la palma de la mano a la
altura de los ojos empezó a divisar el panorama de norte a sur para orientarse
en qué lugar quedaba su casa….. Recién entonces reparó que había ingerido
cantidades navegables de trago y los amigos ya no estaban con él.
-Bueno por esta vereda he
venido y por aquí tengo que llegar, empezó la odisea y se fue silbando y tarareando
“Voy por la vereda tropical, la noche plena de quietud con fresco aroma de
humedad”…..
Después de tanto esfuerzo y
con algunas caídas y otras tantas levantadas, divisó la pequeña alameda previa
a su hogar, pero ni los perros salían para auxiliarlo…
Tan solo faltaban unos escasos
cincuenta metros para llegar, si que se
hacían interminables, sentía que las fuerzas ya no le daban pero tenía que
seguir, no se podía abandonar.
Luego de más de dos horas de
luchar contra la adversidad, la escasa energía que le quedaba, del suelo que no
dejaba de moverse y cuando estaba llegando literalmente a la puerta de su casa
se vuelve a caer y esta vez si no se pudo poner en pie…. Un joven, vecino que
por suerte llegaba a casa en esas horas de la noche se dio cuenta de lo
sucedido y fue presuroso para auxiliarlo…
-¡Don Matías, mire como está!….
¡Creo que esta vez si se pasó de tragos!….
Sin embargo ante la sorpresa
del vecino el veterano varón, que había forjado el carácter en mil avatares de
la vida no dejó que lo ayudara y sacando fuerzas de flaquezas con el orgullo
que le quedaba intacto, contestó:
- ¡Déjame carajo…! ¡Que así es como llegan los hombres
y no a media caña!….
Esta divertida ocurrencia y
anécdota no pudo pasar desapercibida y quedó grabada en la memoria colectiva
del pueblo, en las llenadas de techo, en las arduas jornadas laborales de
agricultura, en los días de pesca con ardiente sol y la mar brava, en fin
cuando el esfuerzo era grande y la voluntad y el carácter se ponían a prueba,
la adversidad arreciaba y alguien pretendía aflojar en plena brega, por allí se
deslizaba esta frase…¡¡Dale no más, como dijo don Matías, ¡¡¡Así es como llegan
los hombres y no a media caña!!....
Frase plena de frescura, esa frescura de
nuestro hermoso valle, como húmeda brisa que salpica y alegra el corazón de sus
hijos… cuando el río culmina su largo y extenuante recorrido, sin interrupciones,
para finalmente unirse con el mar, en hermoso rito natural, simulando aquel
hijo que corre al regazo de su padre pretendiéndolo abrazar… y unidos continuar, hasta el final.
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