miércoles, 5 de marzo de 2014

ASÍ ES COMO LLEGAN LOS HOMBRES
Otra de las actividades laborales importantes en nuestro legendario y tradicional distrito de Lurín, junto con la pesca era indudablemente la agricultura. En el valle existían diversas y extensas haciendas, grandes chacras, potreros y campos de cultivo, en los cuales la gente laboraba en jornadas diarias para el cultivo de una variedad de productos, entre los más importantes, el algodón, la cebolla, papa, camote, zapallo, yuca y otras especies que después de la cosecha iban destinadas a los grandes mercados de la capital para el consumo de la población…
Don Matías, era uno de los tantos agricultores. De mediana estatura y recia estampa a pesar de su contextura delgada. tenía una lesión en la espalda (Espina dorsal) que hacía que caminara siempre algo inclinado, lo cual no era óbice para poseer prestancia,en su expresión y dueño de una vasta cultura aprendida en la Escuela de la vida y en el diario trajinar, desde muy pequeño siempre acostumbraba a escuchar con atención las conversaciones de los ancianos llenos de sabiduría que con mucha acuciosidad asimiló con el paso de los años y que lo habían vuelto una persona a la par de alegre e impredecible, reflexivo y con respuestas  precisas y profundas repletas de sabiduría, la chispa contagiante y una amplia sonrisa siempre a flor de labios que lo acompañaban, constituían el sello inconfundible de su buen ánimo, una persona positiva a pesar de las adversidades ….. Era muy común verlo retornar a casa después de las seis de la tarde, silbando o tarareando los boleros antiguos luego de cumplir la faena diaria, varón reconocido y respetado sumamente hábil con el pico y la lampa, capazote con el arado y también con la labia para la joda y el cachondeo….
Alguna vez uno de sus escuchas  durante una conversación casual uno de sus opyentes le había preguntado: Don Matías dígame para usted que es un amigo?... el luego de pasarse la mano por la barba algo crecida y sacándose el sombrero para rascarse la cabeza con el dedo anular como siempre lo hacía, (dándose un tiempo antes de emitir su respuesta) le dijo:….- “Mira sobrino, Amigo lo que se dice Amigo,  es uno mismo, con diferente pellejo”….
Los días sábado la jornada era hasta el mediodía, luego pasaban a recibir su jornal y tenían libre por la tarde y el domingo…algunos aprovechaban para reunirse en alguna cantina o “chingana” para conversar un poco y distenderse luego de la ardua tarea de la semana….  Un sábado de tantos contó con la presencia de don Matías, quien había estado de cumpleaños en la semana y no había podido celebrar por haber “caído” en día particular, así que aprovechó con sus amigos más cercanos y algunos compañeros de labor para tomarse unas copitas y conmemorar la fecha tan importante: “Además  es un solo día en el año, y al Santo hay que celebrarlo, no se puede dejar pasar por alto…si no, Dios castiga”……
Empezó la tertulia contando anécdotas y una que otra ocurrencia dentro de las actividades agrícolas de la semana, de tal manera que casi sin darse cuenta fue pasando el tiempo y se hizo de noche…. Uno a uno los parroquianos se fueron retirando, sin embargo don Matías seguía adelante para el no había tope y estaba entusiasmado, además era su santo…. Y fueron llegando uno que otro conocido y se acercaban a su mesa para saludarlo y tomarse unos tragos y luego se retiraban del lugar, el seguía adelante demostrando tener clase y aguante para beber….. Hasta que la señora que atendía le dijo: Don Matías ya está bueno, además voy a cerrar…. Me parece que usted ha tomado bastante, creo que es prudente que se vaya a descansar…. A lo cual contestó: Doña le agradezco que se preocupe por mí, pero yo sé hasta cuando puedo tomar, soy de Lurín y he sido amamantado con leche de los pechos de mi madre y no  con leche de tarro ni de vaca raquítica, así que sírvame las dos últimas que son las del estribo….
-Don Matías creo que ya esta bueno por hoy, si desea mañana lo sigo atendiendo, ahora  tengo que irme a descansar y usted también.
- Solo los muertos descansan en la tumba fría! a mi me queda plata y fuerza para tomar un par todavía!…ya ve y me salió en verso, usted sabe yo no tomo así nomás, pero… ¡ cuando se toma, se toma! Se toma bien y no a media caña…..(En el argot o jerga del pueblo media caña significa dejar algo inconcluso, a medio terminar y para él era sinónimo de incompetencia y mediocridad) - -¡Además mañana mi patrona ni me va hablar!…..
Después de una breve charla interrumpida a cada momento por la dueña del local, no tuvo más remedio que emprender la retirada, siempre respetuoso y aun en la borrachera guardando la educación que le habían dado en el hogar, se despidió muy cortésmente, aunque su caballerosidad y buenos modales no guardaban precisa armonía con sus torpes movimientos, así que cuando se puso de pie  casi  derriba las botellas vacías y una caja que estaba al costado de la mesa.
-Disculpe señora pero no sé por qué le han echado tanto aceite o manteca de chancho al piso que se me mueve todito….- ¡Ya! ¡Ya! me retiro… muchas gracias, hasta mañana.
Salió tambaleante y la señora cerró el local. Luego ya en la calle, levantando la palma de la mano a la altura de los ojos empezó a divisar el panorama de norte a sur para orientarse en qué lugar quedaba su casa….. Recién entonces reparó que había ingerido cantidades navegables de trago y los amigos ya no estaban con él.
-Bueno por esta vereda he venido y por aquí tengo que llegar, empezó la odisea y se fue silbando y tarareando “Voy por la vereda tropical, la noche plena de quietud con fresco aroma de humedad”…..
Después de tanto esfuerzo y con algunas caídas y otras tantas levantadas, divisó la pequeña alameda previa a su hogar, pero ni los perros salían para auxiliarlo…
Tan solo faltaban unos escasos cincuenta metros para llegar,  si que se hacían interminables, sentía que las fuerzas ya no le daban pero tenía que seguir,  no se podía abandonar.
Luego de más de dos horas de luchar contra la adversidad, la escasa energía que le quedaba, del suelo que no dejaba de moverse y cuando estaba llegando literalmente a la puerta de su casa se vuelve a caer y esta vez si no se pudo poner en pie…. Un joven, vecino que por suerte llegaba a casa en esas horas de la noche se dio cuenta de lo sucedido y fue presuroso para auxiliarlo…
-¡Don Matías, mire como está!…. ¡Creo que esta vez si se pasó de tragos!….
Sin embargo ante la sorpresa del vecino el veterano varón, que había forjado el carácter en mil avatares de la vida no dejó que lo ayudara y sacando fuerzas de flaquezas con el orgullo que le quedaba  intacto, contestó:
- ¡Déjame  carajo…! ¡Que así es como llegan los hombres y no a media caña!….
Esta divertida ocurrencia y anécdota no pudo pasar desapercibida y quedó grabada en la memoria colectiva del pueblo, en las llenadas de techo, en las arduas jornadas laborales de agricultura, en los días de pesca con ardiente sol y la mar brava, en fin cuando el esfuerzo era grande y la voluntad y el carácter se ponían a prueba, la adversidad arreciaba y alguien pretendía aflojar en plena brega, por allí se deslizaba esta frase…¡¡Dale no más, como dijo don Matías, ¡¡¡Así es como llegan los hombres y no a media caña!!....

 Frase plena de frescura, esa frescura de nuestro hermoso valle, como húmeda brisa que salpica y alegra el corazón de sus hijos… cuando el río culmina su largo y extenuante recorrido, sin interrupciones, para finalmente unirse con el mar, en hermoso rito natural, simulando aquel hijo que corre al regazo de su padre pretendiéndolo  abrazar… y unidos continuar, hasta el final. 

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