DON MAGA
Siempre en cada pueblo existen personajes muy especiales ya sea por su aspecto físico, por su estatura, contextura, raza o algún rasgo que lo identifique, además de otros que por su peculiar forma de expresarse consiguen ocupar un sitio especial en el recuerdo de la gente, mas aun si se trata de centros poblados de provincia o un valle tradicional como es el caso de nuestro querido Lurín.
Alguna vez, siendo aun pequeño
escuché contar algunas historias de un personaje muy querido y carismático al que
le decían “Don Maga”, a su aspecto desgarbado y despreocupado se le sumaba una
ligera cojera que la “polio” le había dejado desde la niñez, de mediana
estatura y de gran físico ya que el trabajo rudo que realizaba, de carga y
descarga de los camiones con material para construcción le había permitido
desarrollar. Tenía una típica forma de hablar, su voz gruesa de tono grave,
semejaba el potente mugido de un toro de lidia, aquellos que se dan tres
vueltas al ruedo antes de embestir al torero… lo cual unido a su parquedad y
ruda forma de expresar sus ideas lo
hacían el favorito en reuniones y tertulias de barrio con la celebración de sus
repentinas y sorprendentes respuestas, cargadas de picardía y sabiduría
popular, de aquellas personas que se refieren a tal o cual circunstancia siempre
de la manera en que lo han vivido, no de lo aprendido en libros y nos dejan la
certeza que muchas veces las mejores
lecciones de la vida son aquellas que se aprenden viviéndolas; así, alguna de
estas manifestaciones, quedaban grabadas en el recuerdo de la gente y eran
utilizadas en determinadas ocasiones por el colectivo popular para expresar una
idea o un caso en concreto.
La pesca artesanal ha sido desde
tiempos inmemoriales hasta la década de los sesenta y setenta una de las actividades más utilizadas para el
sustento de la gente del pueblo, debido a su cercanía con las extensas playas
que bañan las costas de nuestro valle en Lurín y también a la gran variedad de
peces que existen en nuestro litoral. Para llevar a cabo sus actividades los pescadores
utilizaban una serie de modalidades y técnicas siendo una de las más usuales la
pesca en “Cala” con redes (“Chinchorro”) y que se realizaba con el ingreso al
mar de dos embarcaciones (balsas) que se disponían sincronizadamente en una
área determinada en el mar, previamente estudiada por el jefe de la misión o
patrón de balsas, para enseguida tender las redes (chinchorro) que luego de un
tiempo prudencial eran recogidas de tal forma que semejaba un embudo,
arrastrando hasta la orilla una variedad de especies marinas, entre peces,
crustáceos y otros, contando desde la orilla con la ayuda de los “jaladores”,
quienes ayudaban a tirar de los cabos (sogas) para acelerar “la varada” y
evitar que se escaparan las especies capturadas.
Cuando había luna llena era casi
seguro que al día siguiente era soleado de mar abierta y se auguraba buena
pesca y los caladores se preparaban para ir al mar en la búsqueda de recoger
los recursos que este le brindaba. Habían días en que la mar estaba “movida” y
no era recomendable salir, así que era común entre los pescadores pasar la voz
según la jerga pueblerina, cuando la mar estaba “en seca” (Marea baja) o “en
llena” (Marea alta), para preparar las balsas subirlas a los camiones e ir a la
playa en un ritual muy particular, ya que al paso del camión que transportaba
las balsas por las calles del pueblo, iban subiendo los pescadores y ayudantes
que se encontraban en el trayecto, llamándolos por sus apodos o “chapas” que
con agudo ingenio les colocaban en el momento,
causando la burla y risas de los que estaban a bordo….
Un día de aquellos en que la
pesca estaba venida a menos y los amigos “caladores” se encontraban arreglando
sus redes y reparando las balsas, pasaba por el lugar “Don Maga” con paso
sigiloso y cadencioso, iba con la camisa abierta y sudoroso debido al sofocante
calor del verano.
-Oye ahí viene “Maga” pásale la
voz para que nos cuente la última…. La verdad que lo que pretendían era pasar
el rato con nuestro personaje, tan pintoresco y casual…
- ¡”Don Maga! Acérquese un ratito
por favor, queremos hacerle una pregunta….
- Si díganme que quieren saber,
pero rapidito porque estoy apurado, tengo harta chamba y no la puedo dejar
pasar, dijo con ese tono grave, particular en el…
-Queremos saber ¿Cómo estará el
tiempo para mañana?, para ver si salimos
o no… ¿usted que dice?.
-Tú me estás preguntando cojude….,
como voy yo a saber, ni que fuera brujo…..
Y después continuó…Hablando del
tiempo, esos de la fábrica (EXSA) que se creen los muy bacanes, a un cojud… de
esos le pregunté: qué hora era y me dijo mirando su reloj, son las catorce y
treinta…. A lo cual le dije: Tu estas bien coju…como van a ser las catorce si
el reloj solo tiene hasta las doce no más……
-Jajajajajajajajajajajajajajajajajjajajajaj,
la risa de los pescadores hizo que las mallas de las redes se rompieran por los
saltos que daban, al escuchar a don Maga, impredecible, pícaro y sincero….Aun
no terminaban de reírse cuando agregó: Y ustedes que tanto se ríen, se creen
los muy vivos si también son unos tremendos huev….siempre les escucho decir que
la mar está en llena, que la mar está en
seca…. A mí me van a hacer cojud. Cuando mierd… el mar se va a secar con
tanta agua que tiene….y Chauuuu me voy…..dijo y se marchó… La risa fue tremenda
debido a la gracia que causó esta expresión. Los amigos pescadores se
encargaron de contar la ocurrencia en los diferentes círculos sociales del
pueblo, sin sospechar siquiera que “Don
Maga” había dejado una frase para la posteridad en nuestro valle.
En las reuniones
sociales, en los matrimonios, bautizos, quinceañeros, aniversario de bodas y
misas de año, es característica de la idiosincrasia de nuestro pueblo y fecha
propicia para que la familia anfitriona, en esmerada atención,
ofrezca a los comensales entre familiares, invitados y “agregados” la rica carapulcra
lurinense, plato exquisito y típico de nuestro pueblo, hecha con papa seca, maní, cabeza de chancho, acompañada de la sopa
seca con gallina, que es el deleite de
propios y extraños, como si fuera poco, regada con un buen vino y luego con la
espumante cerveza. Allí es frecuente
escuchar cuando alguien recibe la botella o la jarra a punto de terminar…
- ¡Fíjate pues, me la estás dando en seca: ¡Pásame
otra Jarra!...Y la respuesta, mirando al anfitrión y al bien surtido bar, no se
hace esperar: Como dijo “Don Maga”:.... ¡En
seca, en seca, cuando se va a secar,
habiendo tanta agua en el mar!……
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