miércoles, 5 de marzo de 2014

Una vez,,,Una lechuza…
El sol se terminaba de acostar más allá del mar en la distancia y caía la noche serena, casi de repente sobre el valle. repicaron las campanas, para la misa de siete, se hacía tarde y había que apurarse. Un humilde agricultor se preparaba para ir a regar sus sembríos Este año había escaseado el agua y no se podía dar el lujo de perder el turno que justo en esta ocasión  nocturno. Se disponía a abandonar la casa familiar cuando se percató que su hijo, un infante apenas de seis años de edad lo había estado observando con mezcla de ternura e inquietud en la mirada....
-¡Papá, te acompaño, solo esta vez, por favor dijo en tono casi suplicante.
-Es de noche, te puedes tropezar y caer a la acequia, mejor en otra ocasión cuando toque el turno de día.
-¡Solo esta vez, por favor papá, llévame contigo! Insistió el pequeño.
-Bueno, está bien solo si prometes portarte bien.
-Unos panecillos, plátanos, manzanas y una botella de emoliente en una bolsa de tela, lampa recta, camisa y pantalón de drill oscuro desgastado y descolorido por el uso, propio de tantas tardes bajo el sol del valle, vestimenta  propia para esa faena de campo,  las alpargatas un poco desflecadas y gorro con orejeras.
Abrigó al muchacho con su chompa de lana de alpaca , su gorro también de lana con chalina y zapatilla de lona y ya estaban listos para salir…
En la puerta un candelabro iluminaba ahora con mayor intensidad aquella viva representación de inmensa ternura, con los sencillos colores del Amor entre padre e hijo…
Había luna llena y se fueron por el camino, conversando tomados de la mano.,  eran profundamente felices, con sus propias ilusiones, el con el sueño de tener una buena siembra y mejor cosecha….aquel con la suerte que significaba estar al lado de aquella persona inigualable y solos sin que nadie pueda interrumpir la entrega de esa devoción y cariño que ambos sentían desde el fondo del alma y que en casa no se podía expresar abiertamente, un poco por pudor y otra por no desalentar a la madre, a quien también la querían, pero de otra manera.
-Papá como se llama ese árbol tan grande y que tiene sus frutos y aquel otro que está por allá.
-Ese es un palto hijo y el otro es un olivo que nos provee de las aceitunas.....
Llegaron hasta el potrero, el viejo sentó al muchacho encima del adobón que hacía de cerco dela chacra y le dijo: No te muevas de aquí, espérame que no demoro, voy a abrir la bocatoma para que ingrese el agua y vuelvo enseguida. Y se marchó rápidamente,
-Aprovechó el hijo para inspeccionar sigilosamente el ambiente nocturno que le rodeaba, pasaron los minutos que cada ez se hacían extremadamente largos….hasta que para recobrar la serenidad se puso a cantar, las canciones que le había enseñado la madre, melodías que después se transformaron en ruegos y rezos:
- Señor te prometo portarme bien le voy a hacer caso a mamá, no le quitaré los juguetes a mis hermanos…pero por favor que no le pase nada a papá ¡Y que vuelva pronto! ¡ Por Favor Señor!...
Luego de prolongado silencio un ruido extraño en un árbol cercano estremeció al infante y le pareció como si la electricidad hubiera invadido todo su cuerpo de pies a cabeza….se sintió morir…No se movió desde ese momento ni un paso atrás ni adelante…fueron minutos interminables…
De repente de tanto estirar el cuello logró divisar entre las sombras de los árboles al filo del camino la silueta delgada de una persona que cada vez se acercaba más hacia el…..¡Que alegría!.... sí!, era su padre!!!..
-Hola hijo, perdóname me demoré un poco ya que tenía que limpiar la toma, pero ya estoy aquí…..¡Pero que pasa hijo estás pálido y temblando!...
- No Papá es que acabo de ver al diablo!...
-Como es eso, explícame por favor…
-Yo estaba sentado aquí donde me dejaste y sentí un ruido fuerte en ese árbol y aparecieron unos ojos enormes y empezó a voltear su cabeza alrededor de su cuello y después hizo temblar el árbol y desapareció.
El viejo sonrió y le dijo: No hijo lo que has visto es una lechuza, un ave nocturna que se alimenta de insectos y lagartijas.
No te preocupes mientras va entrando el agua vamos a sacar la merienda….Y así lo hicieron.
Lo acercó a su pecho. Lo abrazó y le dio un beso en la frente….-Hijo nunca te sientas solo, cuando presientas el peligro recuerda que el Señor y tu padre aun cuando no los puedas ver, siempre estaremos contigo….
Acuérdate de esta oración y en esas circunstancias difíciles hazlo con fe y estarás a salvo: “Así como Jesús salió de Belén con José y María, yo también quiero salir con la misma compañía, tu por delante, yo tras de ti….”. Se abrazaron intensamente y en la inmensidad de la noche, mientras el agua ingresaba a la chacra, el valle pareció inundarse de ternura y cariño……
-Voy a mirar creo que el agua se está desbordando  por el frente…
-Aquel momento divino, íntimo y circunstancial ambos no lo olvidarían hasta el final de su existencia….¡Padre, Hijo y Espíritu Santo!…La noche, entonces se mantuvo en calma y quedó el sembrío regado con aquella profunda  manifestación de amor, fe y esperanza....

No hay comentarios:

Publicar un comentario