Un día de colegio en el Sánchez Carrión, estábamos en tercero de secundaria, si mal no recuerdo y era la clase de Historia Universal, una de las que más llamaba nuestra atención por la secuencia de las clases, cada cual más interesante, nuestra profesora era una morenita guapa y muy seria a la vez. Sí ella misma, Martha Medina, quien preparaba previamente, con especial esmero cada una de sus exposiciones, a la vez que era tremendamente estricta con el comportamiento del alumnado. No entraba en confianza, ni mucho menos permitía bromas y excesos entre los compañeros, además era muy exigente pidiendo constantemente la participación de los alumnos en clase. Nosotros casi siempre estábamos participando y gozábamos de un buen concepto de nuestra profesora. Pero aquel día, tan particular, a la clase anterior no había asistido el profesor de turno así que aprovechamos para la diversión y el relajo. El juego y las bromas parecían no encontrar más espacio en el aula, teníamos un trabajo pendiente para entregar, pero tanto fue nuestro entretenimiento que no lo hicimos a pesar de la hora libre y nos pusimos a conversar y cantar, apoyándonos en el cancionero de mi gran compañero de carpeta y amigo, cuyo nítida y cálida personalidad tiene permanente vigencia en nuestro recuerdo, Arturo Malásquez Blas, con quien existía un vínculo amical muy especial, por esas cosas de la vida tuvimos la oportunidad de compartir nuestra vivencia estudiantil, desde el Jardín de la Infancia (Cuatro Años), pasando por toda la primaria en la entonces "Escuelita Mixta Nº 4557" de Lurín y luego nuestra adolescencia en el Colegio José Faustino Sánchez Carrión, toda la secundaria, donde ocurrió esta vivencia que ahora contamos.
Estuvo tan interesante la conversación sobre música, la historia de Los Iracundos, Los Ángeles Negros, Los Galos, Los Doltons, hablamos de todo, quienes eran sus integrantes, quienes habían formado cada uno de los grupos, cuál era su nacionalidad, de que ciudad eran oriundos, con que música habían iniciado su carrera artística, es decir la charla estuvo un poco más que interesante, tan es así que empezó la siguiente hora lectiva de la asignatura de Historia Universal y nosotros seguíamos absortos con la "clase de música"……
- Nicola di Bari es argentino le decía yo a Arturo, confundiéndolo con ese otro gran cantante Piero.
- Estás loco, replicó Arturo, es Italiano y de los buenos, además tiene varias canciones grabadas en ese
idioma, mira si quieres pruebas, aquí te muestro… y sacó del bolsillo de su camisa un pequeño
cancionero y empezamos a tararear, bajito… algunos de sus temas.
La Profesora en esos momentos explicaba con lujo de detalles sobre la Revolución Francesa, se percató de nuestra plena “ausencia emocional” de aquel entorno, sumada a una ingenua frescura juvenil,… muy sutilmente “sacó su lanza”….. y preguntó, sabiendo que estábamos distraídos.
- Para ver usted, usted (señalando con el dedo y en tono amenazador)… si usted, dígame ¿Cual es la
nacionalidad de Napoleón Bonaparte?
- Fue tan directa la pregunta y estaba tan desatento, que me paré de mi asiento como un resorte y le
Contesté:
- Es Italiano Señorita. Risas de todos lados y una extraña sofocación me invadió de pies a cabeza,
haciéndome volver a esa realidad…, recién me pude percatar de la infeliz respuesta y la Profesora sin
perder la compostura en ningún momento, a pesar de la risa general que causó mi equivocación. Se acercó
y debajo de la carpeta sacó el cancionero.
- ¡Claro!... ¡Que me va a contestar bien! si están en otra clase. ¡En estos momentos me abandonan el
aula!...Ya que con sus “cuchicheos” y "canturreos" están distrayendo al resto de alumnos.
Derrotados abandonamos el aula y una vez fuera nos preguntamos y ahora ¡Que hacemos?. Los dos hablamos al unísono ¡Vamos a la "cancha"!... y nos fuimos, abrazados hasta el campo deportivo, como si hubiéramos conseguido una gran victoria o un triunfo importante. Una vez allí Arturo me dice, no te preocupes, además ya sabemos que Napoleón es francés y Nicola es italiano... y aquí tengo otro cancionero personal con las mejores canciones de Los Iracundos y del mismo Nicola di Bari, vamos a cantar. y nos pusimos a cantar a dúo como si nada hubiese pasado… el Ultimo Romántico, haciendo hincapié que esa sería tal vez. la "Ultima vez" que nos sacaban abruptamente de un salón de clases. Cada vez que escucho esa canción recuerdo este curioso y hermoso pasaje de la época colegial…. Cosas de la vida....M.H.L.M.
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